Firme, fuerte y respetable,
Alto, guapo y admirable.
Siempre te admiro,Papá Querido,
Aunque junto a Dios ya Tú te hayas ido.
Arbol de buen tronco siempre fuiste,
Tu hogar y familia con fervor protegiste..
Bajo tu sombra sentimos amor y felicidad,
Pues tú nos protegiste brindandonos seguridad.
Hoy , Mi Viejito, ya no te veo caminar,
Afligida mi alma llora sin poderse consolar.
Y se que el tiempo es cruel inevitable amigo,
¡Yo que te quería para siempre aquí conmigo!
Detener el tiempo quise, viejito del alma mía,
Pero Dios, que es quién llama, tambien quería
Llevarte a su aposento junto a mi madre querida.
Ahora, nada en el mundo podrá sanar mi profunda herida.
Consuelo me queda, viejito mío,
Pues llegada la hora de mi partida, yo confío
Que tranquila y feliz,volaré con calma...
¡Esperandome estarás, Mi viejito del alma!