Triste deseo

Mi cuerpo siente tu aliento,
que refresca más que el viento,
y pensarías que te miento,
si te digo todo lo que siento.
Tus sentimientos son la alegría,
que en mi vida no he tenido todavía,
parecidos a los que de niño yo vivía,
y los que deseo tener hoy en día.
Tu cabello abundante como el mar,
se siente como sabana acabada de lavar,
con la cual me desearía arropar,
para así con tu belleza poder soñar.
Tu suave piel es el vital alimento,
que le da a mi lujuria el sustento,
y me hace pensar en cada momento,
en lo mucho que de amor estoy sediento.
Tus caderas provocan en mí la pasión,
y me envuelven en su baile de atracción,
mientras yo sueño con la hernosa ocasión,
de que sean parte de una larga relación.
Sabes que deseo regalarte mi querer,
y por siempre a mi lado te quisiera ver,
aunque me duele el hecho de no saber,
si algún día mi alma te llegue a conocer.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
Morovis, Puerto Rico
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