Con sólo una caricia
puedo hacerte temblar;
mil besos te daría,
sin importarme el lugar.
Aunque sea mañana fría
o tarde invernal, taparé
con mi manta tu pecho
hasta templar nuestro lecho.
Fría magia sin alas
que no produce satisfacción,
tiempo virgen de espera
en la sala del corazón,
Lunes no quiero que entres,
Domingo me lo pensaré;
si te asustas no pases
aunque te arrepientas después.
Mas no soy rey con manzanas,
ni príncipe con gran voz;
sólo un pequeño ser humano
que es grande en su interior.
Si me miras a los labios,
a mis ojos o cabellos,
no veras mas un rostro
que sueña sin muros ni barreras.
A donde esté mi princesa
le mando mi Florencia
más bella, mírala cuando quieras
nadie más tendrá mi esencia.