Lentamente, pausadamente...
el veneno del alma contagia sus derredores,
con el acierto o el error, de unas manos
perfumadas...luces al borde de la acera,
corpúsculos de patios en mi piel
alucinada...versos con estrofas equidistantes,
aroma jazmín, inviernos de pausas...
baldosas viejas con esperanzas nuevas, aunque gastadas,
un portal...una ciénaga de auroras...un pasillo
indescifrable..un dolor y una canción de Sui,
el recuerdo inagotable de mil ángeles
en vigilia....
Tu voz..lejanía etérea entre la sinopsis
de un espanto...el valor y la miseria,
el disparo indeclinable del aguafiestas
de la noche, el choque, la fuerza,
la pasión, el rencor, el odio....
el Cristo que me mira...me desnuda
en su intolerancia...y rie a carcajadas,
lo miro...y me persigno!