Jardines de reservada intimidad,
parece como la vida se deslizara mas fácilmente
en estos jardines de reservada intimidad:
manchas de húmeda hierba formando una isla.
de verdor en plena isla de la ciudad;
sol y lluvia los han bañado , años y años.
Son ahora como un mantel de terciopelo
por donde parece que todo tiene que resbalar.
Con suave delicia, a la sombra de grandes árboles
perfectos centinelas de este bienestar,
pero nunca pudimos acceder,
y siempre los vemos desde la puerta.
que los separa de fuera,
:ajenos a nosotros, de primero creemos que son
paraisos privados de seres mas venturosos.
A fuerza de pasar y verlos desiertos, intactos.
Espléndidos, algún dia entenderemos,
que lejos de habitarse,
los paraisos son para ser solamente
mirados, pasearlos en cambio.
fuera destruirlos en el acto.
CARMINA. 29/7/2007