El polvo lá arena se unen con mis lagrimas. Es tanta mi tristeza,qué apenas puedo llorar, el sonar dé las cadenas,el aullar del viento, presagio dé muerte y destrucción. Caras de hombres,miradas de miedo, y quien no. Como pianos sín, cuerdas,veinte millas, de acero crujiente,mientras del cielo, como flamás del averno,la muerte rujiá. Que facil fué la guerra,pero que dificil, és la paz. Amigos de rincón oremos, por la paz, pues la guérra,no es la ausencia de paz. La paz se tiene qué llevar,dentro del corazón hoy solo no resta,que fluya la luz, que cristianos y arabes judios,maumetanos, nos demos la mano,y tal vez esta sea la ultima guerra,de los que nos llamamos, hijos de Dios. J.L.T.