Misteriosas figuras picarescas,
Que por el sopor de los alcoholes aparecen,
Cuando me sumerjo en mi borgoña,
Por ahuyentar tu imagen y figura,
Que me castiga con tu ausencia.
Te fuiste sin tener clemencia,
Del amor que te prodigaba,
Y solo me dejaste la idea vaga,
Que alguna vez en mis brazos te tuve,
Y hoy reposas misteriosa,
Vaya a saber en que cama,
Con que mentiras suspiraras en otro cuerpo,
Y engañaras con amores eternos,
Dejando a tu ida espectral silencio,
Y mil duendes que danzan,
Envolviendo en un mareo,
Sin fin ni consuelo,
Mas estos son más fieles,
Solo me dejan cuando despierto,
Y me acompañan en mi desvelo.