Los mejores mementos de la vida es la niñez, sin importar la cuna
en que pertenezca, solo la vida es la gloria, la demás son esperanzas,
nada tiene nombre, ni importa la posición social todo es bonanza,
este tiempo es mágico, solo pasan los días sin trascendencia alguna.
Los recuerdos, la puericia, son como memoria pura y sagrada,
sin ambiciones que perturbe los días felices de la corta existencia,
disfrutando de la naturaleza en plenitud, la alegría de la infancia
en compañía de los padres, hermanos y amistades improvisada.
Las primeras obligaciones el inicio de la inserción a la sociedad,
tareas escolares, así empieza se adentra en la problemática de la vida,
la especialización en alguna área es esencial, al contrario no habrá cabida.
Surge cambio en cada individuo y ya no es la total felicidad,
¿de que serviría la inteligencia del ser humano, o sea, de las personas,
si pasara así sin pena ni responsabilidades que afrontar cada mañana?