Nubes blancas, cielo azul
y una larga carretera,
me encuentro enmedio de nada,
manejando a la frontera.
Las millas, siguen corriendo
y se escucha una canción,
no entiendo bien lo que dice,
la encuentro muy sin razón.
Mi mente va divagando
en un solo pensamiento,
ver la promesa cumplida
del ansiado casamiento.
Dos seres, dos libertades,
dos ilusiones de vida,
después de esperar por años
las verán al fín, unidas.
Y esperando seguirán
hasta que llegue el momento
en que sus manos unirán,
haciendo el pronunciamiento.
Al fín, los podremos ver
vivir bajo el mismo techo,
dormir en el mismo lecho,
como marido y mujer.
Danny08
24/08/2009