Mi Habana, mía y de todos los cubanos; los de allá, los de acá los que hoy descansan para siempre.
La Habana, Capital de una Isla encantada, la más hermosa que ojos humanos han visto, en la que nace su Apóstol y Patriota .
La Habana, mi divina Habana, su malecón roido por los años y el salitre de un mar impetuoso; testigo del amor, del adiós...
Pedazo de mi corazón aún late en esa Habana Vieja añosa y maquillada, pero siempre histórica.
La Habana, cobijo del cubano que viene desde el más lejano pueblo, insignia del arte, pedazo de mi nostalgia,
¡síndrome de mi partida eterna!
La Habana, sus solares, sus casonas, bares, cines y parques... Mi Habana, remembranzas infinitas que el tiempo no logra difuminar.
Mi Habana, mi añoranza tiene sabor amargo.
Triste caduca mi tiempo, mientras sucumbo entre sus memorias...