Corazón que siempre has padecido,
cuando el amor te tuvo condenado,
en mi recuerdo ni consuelo has dejado,
y de mi alma has desaparecido.
Que tu amor dure mil siglos,
que no te vallas después de la aurora,
que no pasen días, ni segundos, ni horas,
que tus besos y caricias sean mi sigilo.
Morir es vida por quién se ama,
morir es vida por quién se quiere,
aunque solo amando uno muere,
y uno muere por quién se ama.
Es tu amor el cielo del que te ama,
es tu amor el infierno del que te espera,
es tu amor la duda del que te quiera,
es tu amor el miedo del que te ama.
18-11-06
J.M.P.Poeta