Ahora debo decirte adiós,
a la fuerza y por favor,
quiero que sepas que no quiero,
pero nada puedo hacer,
tu eres quien tiene el poder
de controlar tus sentimientos
y hoy, que no te volveré a ver,
ni tocar de nuevo tu piel,
siento fuerte que me muero…
Desidiste alejarte y te comprenderé,
talvez moriré al no verte
pero estaré igual alegre
que tú estés bien
y los poros hincharán mi piel
y me reclamarán los sentidos,
porque tú, al haberte ido,
de una u otra forma,
dejaste mi corazón herido y destruido
pero sin culpa,
no tienes nunca la culpa,
ya que fuiste la victima de tanto amor,
no tiene culpa tu corazón
si no sintió lo mismo,
pero quedará solo este abismo
por donde rueda la desolación
y sé, que al pasar el tiempo,
no te voy a olvidar,
pero me recuperaré
y si por ahí tu quieras volver,
mis puertas estarán abiertas
y mis ganas estarán dispuestas
de una vez por todas poderte querer…