Hay muchos que están:
son ellos,
los de las calvas,
lo de las arrugas,
lo de las carnes flácidas,
los de los vientres abultados,
si, los grandes, los poderosos…
Son ellos,
los del amor comprado,
los de los sentimientos de moneda,
los de ideas de escritorio,
los del deseo babeante
oculto entre dentaduras postizas…
Son ellos:
los que hacen la guerra desde fábricas,
los que han hecho de la muerte un juego,
los que han hecho de la vida un negocio,
los que han hecho de la ignorancia un culto…
Son ellos,
los que no creen en ti,
los que dominan con mentiras
los que quieren comprar
la juventud,
las razones,
las ideas…
Son ellos:
los que tratan de ahogar el amor,
porque flácidos,
babeantes,
silenciando su pestilencia en perfumes
nunca pudieron procrear el amor dentro de sí,
y engendraron silencio,
y huérfanos con padres,
y elocuencia de incomprensión
y lágrimas de niños que pudieron ser abortos…
Son ellos:
los que tratan de callar la rebelión de la juventud,
los que tratan de comprar con ridículas ofertas
la pureza de las ideas.
Los que tratan de hacerte como ellos,
los que piden el silencio al niño
los que agregan el pudor al sexo
los que compran
los que venden
los que matan.
Los que no son como nosotros…
Cuidado con ellos…
Cuidado…
¡Cuidado…!
¡Cuidado…!
¡Cuidado…!
Herman Vallenilla
(1973)