La hoguera apacible enciende mi cuerpo y
hacer desbocarse a mis manos cuando,
mis manos ardorosas avivan mis dedos,
cuando caminan por el camino que los, conduce hasta el esbelto valle que,
los llevará por la vereda de tu maravilloso y
excitado vientre, bello de admiración cuando,
mis ojos divisan ese dulce botón que da,
la curvatura de tu sensual ombligo.
Bajo por la llanura desde tu ombligo hasta,
los desfiladeros de tus hermosas ingles,
que justo en el centro de ellas dos encuentro,
tu fascinante bosque oscuro donde rus bellos,
están erizados pidiéndome guerra. Mi lengua se detiene y entreteniéndose,
en tus sensuales y húmedas ingles que,
mis labios las llenan de besos y
mi lengua toda mojada y enloquecida no, deja de lamelas y humedecerlas de arriba abajo,
hasta encontrar la más bella senda del placer.
Esa bella senda que la llevará hasta, tu mojado sexo que abrirá sendas y
excitantes caminos hasta poder llegar a, tu sensual y cavernosa gruta del sexo y
allí se detendrá para alimentar tu goce y
tu piel se erizará y tus ojos se cerraran,
porque tu estas ya llegando al orgasmo,
donde se pierden en el hermoso y
deseado trance del deseo al éxtasis.
Siento levantar tus pechos con tus manos,
frente a mí, para poder ser besados y
acariciados por mis labios y con mi lengua,
aun ansiosa se dirige hasta tus deliciosos y
arrogantes pezones erectos para poder,
ser saboreados, con todo el amor, de mi corazon que como el viento suave, acaricia todo tu cuerpo desnudo.
Tus pezones que aun están duros y
erguidos parecían que me suplicasen,
poder ser humedecidos por mi lengua,
que aun tiene ese inconfundible sabor, oloroso de tus jugos y fluidos vaginales,
ahora rozados y lamidos con mi loca pasión.