A mi cuerpo solo mujeres mueve,
ese grandioso halo siempre siento.
sus lluvias de besos me conmueve
las caricias suave es el encanto
mientras, en mi alma alegría llueve.
Tiempo es esperanza, cuando la miro,
para amarlas mi tiempo es breve.
Niñas adorables sus talentos admiro,
el dolor cuando me acunas es leve,
contigo en la cuna aire fresco respiro.
Amar a estas criaturas es la gloria
que al hacia el cielo encamina,
sin éstas diosas no sabría de historia,
es fuente de agua viva que Dios ilumina,
ya amé a tantas desde tengo memoria.
Ellas presente cual titán me revelo,
en su encanto duermo mi sueño roto,
en lecho de rosa también en el suelo,
mientras hay caricia diferencia no noto.
Sin ellas el edén no sería el cielo.
Autor: Alcibíades Noceda Medina