No soporto los instintos beligerantes
de estos mediocres poetas que suponen,
que a un insulto me frenarán por un instante
esas causas que nadie me las impone,
ni tampoco que apuñalen por detrás cual cobardes
vestido de corderos, atacando mis afectos,
desde ya, que un enemigo han ganado y mas le vale
apartarse de mi camino, pues los detesto,
aquella pequeña mujercita que creía
con sus ínfulas arteras y a puro insulto,
socavar mi espíritu de libertad expresiva,
a ella le digo, que la indiferencia sea su asunto,
pues escriben tan ajeno a sus reales sentires
que dan asco en sus mismas "ignorancias",
poeta se nace, que los sepan y solo escribe
aquel que siente la verdadera fragancia,
y aquella otra, que la edad le viene pesando
cual una roca que se le cae a cada rato,
en busca de gloria y de falsos comentarios
con Dios o con el diablo, pactan sus retratos,
a esos mediocres pseudo-poetas les bendigo
en mis pactos secretos con mi Dios silente,
chusma barata que ya han cerrado el postigo
y esperan en decadencia la honestidad de la muerte.