Retomemos nuestro viaje,
mi rey, mi príncipe encantado,
que esta noche de locura y de pasión,
nos lleve a donde la barca quiera llegar,
no te preocupes por las olas,
ellas continuamente vendrán,
pero esta noche naufraguemos,
en nuestra barca si voltear,
que eres una maravilla cuando,
tu me haces cantar de alegría,
por las mañanas escucho tu voz,
al llegar que en tus sueños,
me relajo como el agua del manantial,
y que en tu boca me derrito,
como el chocolate en tu paladar,
así que naveguemos en nuestro dulce,
descansar del amor eterno,
del amor y su ganas de andar.