Miro la luz venir del profundo abismo,
de lo más oscuro surge y me ilusiona,
no es delirio, mucho menos espejismo,
es la vida en la muerte que impresiona.
Esperaré paciente, estaré sentado,
esta vez no me salva ni la suerte,
el amor me lo ha sentenciado,
sé, que me amenaza la muerte.
De mis pecados estoy consciente,
nada niego y de corazón me arrepiento,
tengo tranquila el alma y la mente.
pero perder mi amor es mi tormento.
Estoy atrapado y en breve muero,
he vivido y estoy muy agradecido;
el amor mata aunque de vida primero,
hasta enamorarme lo he comprendido.