Que cuando la luna quema las estrellas y el calor de la lluvia no sonríe igual, La ilusión deja de ser perfecta, el sueño no conmueve, nunca es real.
El horizonte deja de brillar, pierde la esperanza y su claridad, Las nubes dejan de mirar al cielo, se lamentan y se ahogan contra el mar.
El tabaco ya no corrompe el alma, no engaña, no despierta pasión.
Que la muerte es solo el inicio, de otra vida, de otra oportunidad, para poder pintar las sombras junto al espejo de la realidad.
Los fantasmas se sientan en los recuerdos, que un día dejamos pasar, En el invierno de las caricias, el verano del rencor. Donde Nuestros sueños fueron a los cielos y nuestros ojos a la luz...