Tus pechos como fruta.

Hasta el fondo de tu encanto
no es medida tu pasión
ni en tu solo corazón
el abrigo de tu manto,
de cornisas de amaranto
en tu joven ilusión.
Hasta el fondo de un motivo
palabritas de embeleso
han untado tu regreso
en lo mucho que te vivo,
y que dándote percibo
en tu piel y en tu beso.
No os levantéis en cada día
con la osadía de darte al cielo
hasta perderte en mi poesía
trozo a trozo con anhelo,
y pasión sincera de ambrosía
entregada al viento y al consuelo.
De sépalos cuánto tu cuerpo tapado,
hasta el fondo y para todo
dieron tus siluetas de algún modo
para el que te ama y el amado,
una joven promesa que ha marcado
pagano en tu vientre… un recodo.
¡Tu solo encanto que envenena,
esa de tu piel, suavidad que condena,
tus pechos como fruta,
tu estancia de azucena!.
EstertoR de AmoR
Noviembre - 2007