Desperte de mi involuntario sueño un viejo pedazo de madera mi cabeza golpeo. El sol brillaba alto en el cielo, ni cuervos ni Maria, solo el sol. Busque y encontre en mi pecho el crucifijo. El ático como fiel testigo hacia mí miraba. Con pasos lentos, volví a subir la vieja escalera,sonaba como cuerda de viejo violin. A lo lejos sono un trueno, de pronto el cielo, negro se torno. El graznido de los cuervos, a mi llego segui mi ascenso,hasta llegar a lo alto del ático. Sorpresas de sorpresas, pues en un negro ataúd mi cuerpo yacia, mientras cuatro enormes cuervos, en cada ataúd dormian. La danza termino,cuando esa noche, de luna llena,Maria y sus acompañantes, del ático voláron, dejandome solo como vigilánte,del ático y de la danza de Maria. Volvera a danzar Maria?Que pasara en el viejo ático? Quien me libera del ático de Maria?
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!