Abordé aquel barco en el puerto,
con mil ansias de verte otra vez,
y se fue navegando en el tiempo,
y las olas jugaban con él.
La marea lo alzaba...
¡y el viento; parecía un gigante feroz!
y rugia mientras yo lloraba,
y con miedo rezaba ante Dios.
Las estrellas perdieron su brillo,
ya la Luna también se ocultó,
y la proa se inunda de agua,
y hay bandazos en babor y estribor.
Ahora estoy en el mar solitaria,
mi equipaje es mi salvación,
y la luz de una lámpara tiembla,
¡en mi mano; que tiene pavor!
El salitre lacera mis labios,
y lejana escucho tu voz,
y las olas me cubren el rostro,
y me duermo pensando en tu amor...
Autor@
Marleny De Paz
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¿Donde estas que ya no escribes? ¡ dinos que ha sido de ti!, es quizas que no pecibes el vacio que hay aqui.