Cuando el amor madura
Florecen las estrellas lejanas,
Y a pesar de todo lo aprendido,
Se funde la piel del corazón.
Son las caricias su alimento,
Es un poema su calida ilusión,
Pero hay mucho que aprender,
Es largo el camino del amor.
La fé del corazón es intensa,
Late con fuerza a pesar de su dolor,
Las lagrimas de sus ensueños,
Estremecen el final de una oración.
La fé del corazón renueva el alma,
Cuando arden las penas angustiadas,
El silencio eleva su voz a las alturas,
Pide a Dios que no muera la razón.
Así envejece el amor,
Entre las horas de la tarde,
Y la muerte del músculo cardiaco,
Es luz para llegar al sol.
AUTOR: IVAN CARRASCO AKIYAMA /PSEUDÓNIMO: D_amadore