Creo que ya me he acostumbrado,
a que mi propósito del día sea olvidarte.
Y al final del mismo termino derrumbado,
porque cuando duermo empiezo a recordarte.
Creo que es una farsa lo que estoy viviendo,
porque río ante el mundo, pero termino llorando,
como duele que de a gratis esté sufriendo,
y al final de esta estrofa te estoy recordando.
Vete, sal de mi mente,
¿qué no tienes a nadie más que atormentar?
vete, y que sea para siempre,
porque aunque intente dormir, no puedo descansar.
Vete, sal de mi vida,
que no entiendes que de amor estoy muriendo,
vete, que sea la última despedida,
y procura no dejarme ni tantito aliento.
Porque si logro sobrevivir esta madrugada,
no será para alabar a tu recuerdo,
me encargaré que ya no quede nada,
sepultando en tu partida, mi sentimiento.