Lloras, porque el calor
de ayer se fue muriendo
despacio, cuando el dolor
de una mentira acudió
a tu cuarto de princesa,
lloras de pena
y en la misma
habitación donde ayer
te hablaron, con palabras
de amor y promesas
desenfrenadas,
las soledad
cobija, el derredor
intrepido de mil
lágrimas acuciantes,
lloras, adolescencias
perdidas y derroches
insignificantes,
situaciones que crees
críticas y se sumergen
en una nada y...
lloras, porque la vida
te está enseñando que
el amor es una inmensa
humareda de ausencias
escondidas.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!