Aquella triste noche, noche de tu partida,
la Luna estaba oculta para no ver mi pena.
Aquella triste noche se me marcó una herida
con un adiós que hizo mi alma tan ajena.
No pude estar presente en esa despedida.
LLegué cuando tu cuerpo dijo adiós a la vida,
y es que siempre quisiste que estuviera serena.
Sin ti soy ese mar, si le falta la arena.
Para mi ya no existe un hermoso Diciembre,
Ni una cena en familia, ni un abrigo de paño.
Fué una noche que duele aunque fue la de antaño.
Aquella triste noche de un cinco de Noviembre
no pudiese olvidarla cada día, cada año,
porque fuiste mi padre, porque mucho te extraño.