Tapizando con mis besos tu figura
y explorando lo insòlito en la cama,
en ti he descubierto una hendidura
que es placer,creaciòn,es llama.
Allì posè mis labios seductores
y cuàl imàn tus pliegues me atrayeron.
Sorbiendo con mis besos tus licores,
embriaguè mi sed cuando fluyeron.
Tu cuerpo en armònìa se meneaba,
mis labios en vaivèn te disfrutaban.
Nuestro nido por Dios que hasta vibraba,
al sentir que dos seres se entregaban.
Y pedìas màs...Yo te complacìa.
Para mi fuè un honor darte lo que màs querìas.
Y pedìas màs,yo te la ofrecìa...
esa espada de dos filos que sentìas
punzàbate en la cueva que a su paso bièn se abrìa.
Y pedìas màs...Yo te la metìa.
Vibrabas mujer,sudabas,bamboleabas
tu trasero endemoniadamente excitada.Sentìa
que en degarradora entrega me tragabas
hasta exprimir en ti la miel que ya fluìa...
Fluìa lava,ardiente lava que quemaba
las entrañas de dos cuerpos
perdidos en rìtmicos movimientos
por el rìo del placer que nos ahogaba.
Nos ahogaba,pero nos gustaba.
Terminamos muertos,mujer.
Sonrientes y extaciados en la alcoba
y arrastrados por las olas del placer.
Todo acabò en cascada de besos.
Y de glorioso e inolvidable hecho
solo quedaron recuerdos sobre mi lecho:
Yo me refugiè entre tus brazos.
Tù buscaste el confort de mi pecho.