En cada surco voy arrojando mis semillas,
en cada mano llevo el aliento y la flor.
Y salpicada por el viento y cada luz de mis estrellas.
Voy llevando cada vez mi amor.
En la intimidad de mis versos,
En esa recóndita entraña de mi amor,
¡Son mis hijos las estrellas del universo!
Que brillan para mi con tanto fervor.
Cariñosos,sonrientes y amables son ellos,
escribiera en cada verso,una historia.
Y el canto de cada uno,se me hace más bello,
Que los pájaros se hacen mudos ante mi canción.
Y en los floridos ropajes del tiempo,
cargada de fecundas enseñanzas doy.
¡Corre de prisa los años!
Pero no hay fronteras¡Con ellos siempre voy!
Ellos,lo más prodigio de mi ser,
¡Pandoras de esperanzas y alegrías!
No quiero dibujar nunca nostalgia,
Porque mis hijos lágrimas no deben tener.
SOL.