En una rica mansión
un minino allí reinaba,
relamiendose soñaba
como cazar un gorrión.
Su dueña lo acariciaba
un lacito le ponía,
le brindaba compañía
mientras nanas le cantaba.
El, estira su figura
se arrima, le ronronea
si su ama anda, el, la rodea
¿que es, lo que quieres criatura?.
Un tejado, sí quería
no, al detalle del lacito,
que me rasques un poquito
y cazar me gustaría.
De casta le viene al gato
como hijo de buen felino,
aunque duerma en lecho fino
acechando, pasa el rato.
Amadeo.
De la Colección:
Cuentos para niños adultos.