Una Pesadilla Extraña

Dijo que había salido a un bello festejo,

y mi alma tembló, hubo brotes de celos,

no fue aquella fiesta por mí arrebatada,

encontré a mi sangre que hervía a lo lejos,

de mente ofuscada vi una nube en el espejo,

la noche para dormir fue larga y yo expiraba.

En la madrugada ignota vi más a las estrellas,

que cualquier otra noche de armonía y calma,

como cuando podía recordadar inmaturos sueños,

como cuando podía recordar que yo era tu dueño,

y me metía entre tus brazos para besar tu alma

y se rompía mi corazón sabiéndote tan bella.

Ahora me despierto entre sábanas angustiadas,

buscando la triste verdad de aquél festejo bello,

reinicia mi amargura de una estrella y su destello,

y mi vida se torna un ciclo de fantasías atormentadas.