Quedó en mí, el hechizo de tus acaricias,
esas porciones mágicas no se acabaran.
A pesar que sufro, mis ojos no te lloraran,
pues aun estás en mis fantasías ficticias.
Ya no hay razón para lágrimas, ni tristeza,
estás feliz, desde aquí te veo deslumbrante.
Mi pequeña mariposa de alas brillante,
se te nota tranquila, con mucha firmeza.
Vivimos un amor grande y hermoso,
entonces no pudría maldecir mi suerte,
más todavía, si en cada noche puedo verte,
amenizando nuestro amor en suspenso.
Desde ya es imposible no extrañarte.
Vida, tu amor me caló profundamente.