Se que vives apartada
de mi.
Pero me lees,
yo aún te quiero bien amada,
y aún espero de ti,
que me desees.
Porque si lees mis escritos,
verás que para ti son.
Me salen del corazón
hacerlos, ya ves, bonitos,
para exaltar tu emoción.
Asi que cuándo los leas,
si me deseas.
Solo tienes que decir,
que no te puedo prohibir
un beso cuándo me veas.
Y dulce te besaré,
cual el ayer.
En mis brazos te tendré,
y mil dichas te daré
muy deliciosas mujer.
Reuerda esta poesía,
cada día.
Y no olvides que te quiero,
que con fervor te venero
y eres luz del alma mía.
Autor: Fernando Ayala. - 7/1/2012