La luna sobre la mar
su luz expandía,
en la playa solitaria
desnuda yo me sentí,
mi cuerpo iluminado
¡Te deseo tanto a ti!
Y llegaste a mi vera
envuelto en una ola,
cuando viste mi cuerpo
envuelto en arena y espuma
me abrazaste con pasión,
y nos envolvió la bruma.
Sonido de caracolas
cantaban un lindo canto
era nuestra melodía,
“En Mis Besos”
la emoción fue tan inmensa
a tu cuello me abrace,
allí entre arena y mar
nos amamos hasta el amanecer.
Cuando llego el nuevo día
con la luz de la alborada,
tus ojos eran luceros
tu boca manjar de miel,
me cubriste toda, toda
y me amaste otra vez.
Tu palpitar yo sentía
tan cerca del corazón,
con solo oír tu goce
para mi fue felicidad infinita,
nuestros cuerpos muy fundidos
con amor y gran emoción.
Rosario Ayllón.
Poetisa-2009