Soy ungüento de carne podrida
Y alimento de buitres y cuervos.
Polvo transeúnte de aliento gris,
De alma arruinada y latido ronco.
Busco la paz en el silencio,
Y una ráfaga de viento,
Desprende esquirlas de mis huesos.
Me refugio en el recuerdo,
Y tus ojos se me clavan como un hachazo certero.
Agonizo por un beso,
Mientras mis sueños son ceniza en ceniceros.
Tengo por lengua un avispero
Que mal me hiere si deslenguo
Por coraza hojas secas de almendro
Que tintan los charcos de negro.
Soy lo que ser no quiero
Por cielo tome al infierno,
Por medalla un yugo cargo.
Contigo me voy poeta…
A cavar mi fosa de muerto,
Buscando el sueño eterno
Que a nadie da por cuerdo.
Si la metralla te dio sentencia,
Con el plomo alojado en tu sien.
No quiero verte tan muerto,
Sin ti no quiero ser.
Esta se la dedico a todos los que aquí escriben, que nadie os haga callar.