Por tu amor debo paga la cuenta del destino,
lo que voy pecando por ti, son regalo divino.
Cuando en el corazón es más que fantasía,
para decir amor ya he vuelto a la poesía.
Si callo este sentimiento, me sentiría traidor
de mi propio corazón, sumiendo al dolor.
La valentía del silencio no me otorga nada,
expongo mi amor en palabras como espada.
También la bravura de la luz es elegancia,
junto a la verdad encuentran resonancia.
La ofrenda del amor no tengo calculada,
sin interés mezquino entrego en la madrugada.
Agitar la bandera de la transparencia es de mi raza,
cuando el sentimiento aflora, se entrega sin coraza.
Con el alma en las manos llego junto a la amada,
sin importar sombra, ni camino de cuesta empinada.