Me vas a extrañar,
indefectiblemente
donde no se extrañan
los rasguños indebidos,
donde el poeta calla
la inhumana realidad
de sus versos
y desnuda, palmo a palmo
las miserias de su alma...
Me vas a extrañar,
cuando la textura
de mi piel te acuse
de abandono y juzgue
sin jurados, la magintud
de ciertos privilegios
que en mi has declarado
bajo juramento...
Me vas a extrañar,
mas allá de lo común
y cotidiano,
despertarás cada mañana
sin mi voz en tus llanos,
y en cada peregrinación
hacia el misterio
de una consecuencia olvidada,
te darás cuenta,
indefectiblemente,
que mis manos no están
para sostener tanto amor
entre tanto dolor
sin precedentes!