Azul celeste sin lagrimas,
tarde brava de color compone
ramo de múltiples banderas
aureada la cumbre dispone,
para rendir a lo finito
goce placido de infinito
recuerdo de vítores romanos…
¡Lucha fraticida entre hermanos!
Preparado publico encuentra
reclamando toros, toros, toros,
ansias rechazan más demoras
de tiempo, al suspenso entra
con armoniosa tonada
de valores inmarcesibles,
paralizantes de la armada
que se creen invencibles.
Rasgado encanto su herida brota
una gota de oro negro astado,
portador de su dolor sangrado
por la triunfal derrota,
así sus puntas muerte lleven
para satisfacer de sangre
emociones sabor vinagre.
De luces adornado mancebo valiente
al piso incado empuña el capote,
espera llegada de masa caliente,
ufanada del blanco pasa al trote,
gira los brazos sobre la cabeza
y a pocos pasos marcha detiene,
busca objetivo, anterior no conviene.
la plaza al extremo atraviesa;
con punta de capa seña hacen,
allá se dirige por seria ofensa
hendiendo pitones para venganza
sobre liso inerte –sin dolor nacen-
extrae una astilla y al alboroto vuela
como vuelan las botas manzanilleras
de chorro de fuentes en cordilleras
donde el agua salta, canta, vuela.