Oculta tras una máscara gruesa,
de maquillaje de muy bajo precio,
camina, por si a alguno le interesa,
o a otro, le despierta su desprecio.
Recorriendo la calle del deseo,
en su bolso, dinero va juntando,
nadie sabe , que tras su bamboleo,
sus lindas piernas, siempre están temblando.
Hay quienes la saludan con sandeces,
y hay otros, que con lástima la miran.
A ninguno demuestra su flaqueza,
ni deja descubrir sus mil dobleces.
Y aunque hay muchos que por ella suspiran,
en su corazón, prima la tristeza.
® Susana Valenzuela
09-09-09