Vivir

Un rostro somnoliento

un rosario de sueños compartidos

recogidos del suelo de la inconsciencia

hambre de eternidad, deseos de felicidad;

ansias de descubrir,

caer y levantarse

llorar y reír.

Rostros degradados

instantes aletargados

bullicios desgranados;

miradas ausentes, el sol inclemente

amores delirantes.

Ríos de sombras dolientes;

deseos insatisfechos, atisbo de desechos

visiones enmudecidas;

¡correr y correr!

Tratando de alcanzar el tiempo

que se escapa

como el agua que corre

por los intersticios del cuerpo.

El brillo de una estrella

que vuela entre las noches

¡trágicos derroches!

Rostros trasnochados, cuerpos cansados;

dolores mitigados y deseos fatigados.

Dios escuchando

miles voces murmurando

¡eso es vivir!