Divagando en tupida y oscura enredadera
se mantuvo numen gravemente adolorido,
no sabía si cuando gemía o lloraba
lo hacia por el amor que había perdido
o reía queriendo que jamás volviera.
Divagaba largo en su intimidad vivida
para establecer porque se estableció la huida,
porque tan ruin y grosero valoró los años.
¡A pesar de los ruegos sacrifico sus sueños!
Divagó por el reino de ciegas tempestades
sin tener cuando las mismas agotara,
obraba guiado del valor, corazón y amistades
lejos de encontrar alguien que le amara.
Divagar por error y no volver quisiera,
el numen, ve el sendero plácido y libre
de pecados y sonrojos, por eso canta su lira,
por eso ante el tuyo su corazón se abre.
A principesca dama corteja con su gracia,
y ofrece darte amor y ternura y no llegue fin
ahora que cesó su extravío, noto su presencia
y quiere llevarte feliz a… ¡infinito confín!.