Bendita flor la que mi prado adorna,
la que el ambiente todo me perfuma.
Bendita porque en medio de la bruma
ni niega su color ni me soborna.
Yo sé que si se va, no me trastorna,
es brisa de la mar, ola y espuma.
Es dulce y cariñosa y es, en suma
la misma si se va que si retorna.
Yo siento el corazón alborotado
de tanto, tanto amor como me inspira
y creo que es más bella cada día.
Tal vez por eso estoy enamorado,
pues ella, siendo dueña de mi lira,
convierte mi suspiro en poesía.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC