La atracción, es el imán del deseo, poder, por el cual llegamos
al borde del precipicio, o a la gloria del infinito.
Fuerza debe tener, si muchos decidimos el futuro, por un momento de fatal atracción , locura, revelación
o algo parecido, momento ,por el cual damos, la potestad al deseo para permitirlo.
¿Será tal vez destino... o ser predestinado?..
si por principio, muy pocos nacemos privilegiados, de alguna manera, distinción o fortuna.
Si nos remetimos a las pruebas,
algo ocurre con nosotros, sin intención algunas...
porque el corazón, en contra de la razón, siempre, es feroz carnada , de la atracción.
Tanto es cierto,
que el deseo por alli... anda suelto
y aunque lo esquivo a veces.... es solamente, para que el insista
en seguir devorandome.