El silencio es intenso como el gozo,
cuando esconde su jùbilo en el viento,
a veces, en las tardes se oye su sonrisa,
en un susurro melodioso de las hojas.
El silencio es como un canto de paz,
cuando se siente armonía en el espìritu,
que se cubre de reflejos con la brisa,
mas sigue acompañando en la distancia.
El silencio es como un ave azul,
que vuela a los sueños de las almas,
que sube por los árboles en el parque,
avanzando lento en el crepùsculo.
El silencio es como la melodía,
que se extingue con el frío de la tarde,
pero que renace al romper el alba,
cual ave fenix desde sus cenizas.
Lupercio de Providencia