Cuantos días, cuantas noches… la vida era sutilmente un cielo un sol desafiante y un río que con cada marea dibujaba el sentido completando la esencia de la vida, sus pequeñas olas, un marrón plateado podría mostrar el alma, el follaje, el olor, el silencio y el canto, fue el mejor de los veranos, mi amor por el, era confuso por momentos, sin embargo, lo amaba tanto, que con un beso podía zambullirme en aquel río. con sus grandes manos abrazándome, sentía que tenia todo lo que necesitaba, nada mas, era y es todo lo que deseo, su sensibilidad, su amor me atraparon.
El río callaba el desenlace, el río fluía desde todos sus ángulos,
Hoy aquí, mis lágrimas se unen a él, a ese espacio vacío, desalumbrado, seguramente en este lugar yacen recuerdos de amores que las aguas han aniquilado.
25/06/06