Sentir el cuerpo sediento,
con una necesidad impactante,
estar de la vida hambriento,
con un pensamiento penetrante.
Sentir la circulación aumentando,
provocando un terremoto interno,
sentir la emoción comenzando,
para así arder más que el infierno.
Llegar rápidamente a la desesperación,
y comprender lo que el cuerpo me pida,
querer utilizar la imaginación,
para sentir que ya es una etapa vivida.
Mi cuerpo y juventud se aprovechan del momento,
y de la idea que de mi mente se apodera,
provocando que el placer sea muy lento,
y que la pasión deseada sea verdadera.
Poder llegar al final indicado,
donde mi lujuria se haya desbordado,
saber que el sentimiento deseado,
fue producto del amor que tú me has dado.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
Morovis, Puerto Rico
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