Te miré, me miraste,
nuestros ojos se encontraron
y por un instante me sentí enarbolada
hacia un paraiso infinito;
sentí tu mirada sobre mí,
tus pupilas clavadas en las mías,
el brillo de tus ojos y el inmenso deseo
de mirarnos, de extasiarnos,
de decirnos tanto,
de no decirnos nada,
de amarnos con la mirada,
con tu mirada;
con esa luz enardecente que me envolvía
todo mi cuerpo,
con la fuerza de . tu mirada,
con tus palabras sin pronunciar
y con ese lenguaje de tu mirar
que me hizo enamorar por siempre, de tí.
EN TU MIRADA .
RETENME SIEMPRE AHI.