Que corran las aguas.

La vida rige a su antojo..
Nada vale hacer planes..
¡Deja amor mío!.. tan solo correr el río.. y que sus aguas lleguen al mar mío..
porque impulsiva aparece tu imagen y soberbia es la creencia
de tan solo suponer borrarte.. tú estás y volveré a amarte.
Hoy por hoy ,con conformarse
de mirar adentro de nosotros, y sentir los latidos que atrae el blanco ardiente de unos ojos, es suficiente.. para prometer un licor de centellante fábula, y una frescura, que invade la isla donde el corazón danza.
Que corran las aguas.. y que el río cargue sobre los huesos su música acostumbrada..
él , siempre arrastra su carga
de secreta posibilidad,
deja a la vida.. regir el tiempo de la casualidad.