Cierro los ojos y apretada en la retina, dibujada queda
en fina tela estrujada,
la figura que no atinan
mis manos, recorrer durante el día. Y el óleo en besos, se pierde
Entre el pincel, cansado de ilusiones…
rozandolo con canciones
Balbuceadas de esperanzas
Que retornan como lanzas
Hiriendo mi corazón
Cuando embarga en desazón
La marcada indiferencia
Por falta de dedición.
Arrumbo en este cajón,
(El de los sueños esquivos),
de dolores, sin motivos,
…de pasiones sin amor.
Esperando que lo abra
en alboradas futuras …
Que nos sorprenda…
¡a los dos!
Edgardo Ruiz Beldarrain
13-09-09