Interrumpo tu sueño desde las rejas de la ventana,
infanta no deje tu cuna, solo oigas mi canción.
En esta noche bella te canto con amor, niña lozana,
las estrofas de mis versos nacidos del corazón.
Mi voz libero sobre las cuerdas de mi guitarra,
para que sea mas agradable a tus sensibles oídos,
el ramo de rosa que traigo, en el viento se desgarra
al llegar la mañana se llenará con brillos de rocíos.
Imagino tu cuerpo reposando en tu lecho de rosa,
soñando con estrella de la dicha, en jardín del Edén.
Esta noche al fin pudo más mí osadía venturosa,
a tu alma buena ruego, para no causarte desden.
Ya me retiro amada mía, princesa de mi ensueño,
mi deseo es que sepas, que en ti pienso a toda hora
y adorarte de por vida no solo es mero empeño,
es amor puro por ti, que en mi corazón se atesora.
Estas estrofas que hoy te canto desde la vereda,
estoy cantando en el trabajo o, mientras camino,
un día pienso repetir contigo en nuestra alameda
ya forjando juntos nuestros sueños en real destino.
Venus soñada pasión y anhelo todos mis deseos,
espero no haberte causado ninguna pesadilla.
Con la luz del amor, llegar aquí es hermoso el paseo
iluminado del querer y de la estrella que más brilla.
Autor: Alcibíades Noceda Medina