...Así cuando se lleguen las noches invernales
y cúbranse de nieve montañas y jardines
y llénense de vaho los góticos cristales,
descenderán alados, celestes Querubines.
Y pulsarán con mística gracia sus salterios,
entonarán motetes y salmos y cantatas.
Ahí estaremos juntos, flemáticos y serios
igual como los gatos al pie de las fogatas.
Yo tomaré tu mano y evocaremos juntos
aquellos tiempos idos sin nieve y sin escarcha.
Suspirarás entonces...los dos suspiraremos.
Tal vez nos abracemos al ver cómo se marcha
la vida y abrazados, callados nos quedemos,
inmóviles, helados, igual que los difuntos.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC